De vuelta a casa

A estas horas de la madrugada y después de pasar un largo día de viaje, sólo puedo decir que Asturies se ha convertido, a partir de ahora, en destino obligatorio de vacaciones.
Un viaje completito en el que no han faltado las risas, las quemaduras de piel, las vaques, las carreteras chungas por medio del prau, el descenso interminable de Sella ( que contaré con todo detalle en la próxima entrega), las duras noches de bungalows, las fiestas de la virgen de la Magdalena, las fiestas, la sidrina, y un sinfin de vivencias más que dejarán huella imborrable en nuestros bitácoras.

Sería imposible tratar de contarlo todo en pocas palabras. Mañana hablaré de ese momento "canoa" en el Sella, porque merece ser contado.

Mientras tanto, os deseo los mejores sueños para esta noche de calor pegajoso madrileño.