Cannes 07
Y vino un Rouco Varela imponente, levantó la mirada..... y dijo: "¿Qué tipo de cristianos son aquéllos que dedican su vida a los marginados y acogen a los excluídos?" "¿Qué tipo de curas son aquéllos que dan misa en ropa de calle?, ¿qué eucaristía es aquella en cuya comunión se dan rosquillas en lugar de hostias? y ¿qué iglesia es la que dedica su tiempo simplemente a educar y difundir buenamente el Evangelio?"
Y continuó Rouco diciendo: "Hemos decidido que tenéis que dejar de dar misa desde hoy, porque no se ajusta a los cánones de la Iglesia"
Y por eso, por no ajustarse a la doctrina de la Iglesia (con mayúsculas), el arzobispo de Madrid decide cerrar esta pequeña parroquia de San Carlos Borromeo en el barrio madrileño de Entrevías conocida, desde hace 26 años, como la iglesia "roja". Una iglesia, que además de ser lugar de culto para los fieles, ha servido de techo y escuela para centenares de excluídos: drogadictos, inmigrantes, niños sin hogar, etc.
Los afectados defienden que las liturgias tienen que adecuarse a los nuevos tiempos y a la realidad social que vivimos.Cierto es que hay que respetar los preceptos de la Iglesia y seguir las pautas marcadas. Pero no lo es menos que cuando la mayor parte de las instituciones y estamentos sociales tratan de hacer frente a "la evolución de los tiempos", la Iglesia no hace esfuerzos por adaptarse y sumarse a dicha evolución. Una iglesia que continúa exigiendo el cumplimiento de unas "normas", me atrevo a calificar de imposibles, que no hacen más que resquebrajar a la sociedad, imponer absurdos y desafiar constantemente al ritmo inquebrantable de la modernización.
Es como de película, pero sin el como.