Buenas nuevas

El 2008 ha aterrizado con fuerza.

Ha sido un mes cargadito de sorpresas. La primera ha sido, por supuesto, el nacimiento de Bruno, el primer hijo de mi amiguísima Sarita y el niño más bonito y rico que he visto en mucho tiempo. Enhorabuena a los autores de esa carita tan guapa y ánimo para todas las noches en vela que os esperan.....jajaja!

Pero, aparte de los cumpleaños, sorpresitas, viajecitos y encuentros varios, también ha sido un mes de golpes fuertes y noticias impactantes. Cosas que se podrían haber evitado y otras muchas que no podremos olvidar.

Y me refiero no solo a cosas tan fuertes como la "grave" situación económica con la que hemos comenzado el año o a la tan polémica boda entre Sarkozy y la modelo Carla Bruni; ni tampoco a la sorprendente decisión de Rajoy de excluir de las listas a nuestro queridísimo alcalde Gallardón. Estas son noticias desafortunadas pero, de algún modo, irremediables.

Me refiero, como no podía ser de otra manera, a que a partir de ahora ¡AQUI NO HAY MÁS TOMATE!. Si, si, que no habrá más, que se despiden para siempre, que adiós al Tomate, a las pintas de Jorge Javier y a la nariz operada de la Alcayde, que au revoir, adeu, bye bye, chus!


La audiencia parece ser el motivo de tan inesperada decisión. Una audiencia que por muy fiel que haya sido siempre, parece haberse cansado ya de tanta intromisión en las vidas ajenas. El Tomate, definido por la cadena como "programa satírico del corazón", ha liderado la franja de la sobremesa en televisión desde sus inicios en marzo de 2003. Son ya 5 años comiendo con Jorge Javier y Carmen en casa, entrando en las vidas íntimas de famosos y no tan famosos, persiguiendo a la gente sin descanso, haciendo guardia en los portales y chalets de Marbella, hurgando en la vida privada de las personas con descaro, enchufando el micro de cualquier forma y en cualquier lugar, desenterrando a los muertos y enterrando a los vivos. En total, 5 años de una pérdida de principios, de moral y de ética televisiva tan enorme y absurda, que ya todos habíamos asumido que "esto es lo que tocaba" y que la telebasura se imponía a todo lo demás.

Pero, me temo que todavía no podemos cantar victoria, porque la misma cadena que me acoge desde hace ya 4 años, nos sorprenderá con novedades de las suyas. No sé qué es más inquietante, la verdad. No voy a negar que no de miedo pensar en qué vendrá después pero, por el momento, ya no hay más tomate que valga y eso, siempre es bueno!