En el país de los guapos....

.....y nosotras con los pies mojados.....

Después de mi viaje a Copenhagen, podría decir que ha habido un antes y un después en mi vida.

Son varios los motivos que me llevan a pensar asi..... pero, si hoy me preguntaran qué es lo que más recuerdo de esta escapada, no dudaría en decir que la nieve, la risa, el frío y la auténtica belleza ocupan, sin duda, los primeros puestos de una interminable lista. Una lista de buenos momentos siempre acompañados por unos pies mojados.

Es increíble lo difícil que es adaptarse a ciertas rutinas cuando viajas a un país extranjero. Lo difícil del idioma, sobre todo cuando se trata de un idioma "ruaro, ruaro" como es el danés. Lo complicado que es hacerse con la gente y con la ciudad. La imposibilidad de ubicarse en el mapa, de entender el funcionamiento del transporte público.....de conocer el "what´s going on" de la ciudad. Los quebraderos de cabeza que pasas a la hora de calcular y entender el pastón que te estás dejando en cada compra que haces, sobre todo cuando no sabes ni la moneda que estás usando: "pero....María....cuánto eran 300 dinamarqueses de estos???"

Pero.... y lo rápido que se acostumbra uno a andar por la nieve como pez (que no Pitorro, el pobre) en el agua, sin discriminar un sólo montáculo de hielo y sin dejar tranquilo un solo charco de agua que se te cruza por el camino. Esto si que lo interiorizas rápido. Parece como si al llegar al país te metieran el chip de "apáñatelas con los pies mojados" en vena y, a partir de la aduana, tu concentración se limitara solo a esquivar obstáculos de nieve y charcos de agua. Aprendes rápido a hacerlo todo con los pies mojados y llega un punto que, incluso, tiene su gracia.
Visitas parques con los pies mojados, cruzas rios cubiertos de nieve con los pies mojados....entras en iglesias y subes torres con los pies mojados.....vas a conciertos y a bares con los pies mojados....conoces a gente guapa, pero con los pies mojados....ves "Brokeback Mountain" en un idioma incomprensible con los pies mojados....te pedaleas la ciudad con los pies mojados; pierdes el tiempo y la noción para visitar el símbolo más absurdo de Copenhagen.....con los pies mojados; lloras y lloras al llegar al lugar de destino con los pies empapados....abandonas las bicis a su suerte en cualquier lugar y tras varios intentos de "secado", continúas la noche con la música, la belleza propia del país y el alcohol....con los pies mojados.... y un largo etcétera.

Pero lo de los "pies mojados" pasa a la historia cuando recibes el calor de toda tu gente. Soportar el frio se hace mucho más fácil cuando tienes a alguien al lado que te abriga y cuando toda la gente se acuerda de que, en algún lugar del mundo, alguien cumple los 26 añitos. Te tranquiliza saber que si, por algún casual, te mueres de hipotermia, alguien habrá para socorrerte. Seguro. ¿No?.

Muchísimas gracias por acordaros de ese día tan, tan, tan especial para mi, como ya sabéis todos. Con o sin pies mojados.....mi cumple ha sido muy, muy calentito. (No quiero malentendidos con esta frase).


P.D: Lo de la gente guapa merece un capítulo aparte....